Madrid, 03 de octubre de 2019.- Los avances en el diagnóstico precoz y tratamiento del cáncer han mejorado de forma significativa el pronóstico vital de estos pacientes. Sin embargo, muchas de las terapias antitumorales adelantan la edad de riesgo vascular y pueden provocar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Se estima que uno de cada tres pacientes con cáncer acabará desarrollando complicaciones del sistema cardiovascular a lo largo de su vida. Más allá de vigilar a los pacientes durante el tratamiento oncológico, es misión y objetivo de la Cardio-Onco-Hematología hacer un seguimiento a largo plazo de quienes han recibido tratamientos potencialmente cardiotóxicos; para lo que es necesario implicar a otros especialistas, en especial a los sanitarios de Salud Laboral cuando se trata de trabajadores en activo.
Las Sociedades Española de Cardiología (SEC), Oncología Médica (SEOM), Oncología Radioterápica (SEOR), Hematología y Hemoterapia (SEHH), Médicos Generales y de Familia (SEMG), la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT), la Asociación Española de Enfermería en Cardiología (AEEC), la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y la Asociación de Especialistas en Enfermería del Trabajo (AET), la Sociedad Española de Medicina y Seguridad en el Trabajo (SEMST), la Asociación Nacional de Medicina del Trabajo en el Ámbito Sanitario (ANMTAS) y la Sociedad Española de Salud Laboral en la Administración Pública (SESLAP) han firmado un documento para el manejo coordinado de trabajadores con cáncer y riesgo cardiovascular.